Por Cynthia Castro
Un lustro atrás, la Organización de las Naciones Unidas determinó que el 11 de febrero se celebraría el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Por ello, hoy festejamos a todas aquellas niñas y mujeres que se ven involucradas en el mundo de la ciencia y a todas aquellas que han sido importantes partícipes y probablemente no muy reconocidas por el simple hecho de haber nacido mujeres en una época en la que una mujer no era vista como nada más que un objeto.
De acuerdo con la UNESCO actualmente menos del 30% de los investigadores activos son mujeres. Como ésta, podemos encontrar infinitas estadísticas que nos demuestran que existe un grave ausencia de las mujeres en la ciencia y que es una preocupación que debe ser atendida. Aunque comúnmente escuchamos la existencia de este problema, de la ausencia de la ciencia en otros ámbitos y de la gran dificultad para romper el llamado techo de cristal, es indispensable preguntarnos:
¿Por qué necesitamos que las mujeres hagan ciencia?
Indudablemente, que la mujer pueda acceder a las mismas oportunidades que el hombre y que se pueda abrir camino en un mundo que se considera principalmente masculino es un gran reto. Las mujeres han ido logrando mayor visibilidad lo cual ha tenido relevancia porque cada vez han sido capaces de acceder a posiciones que antes hubieran sido impensables.
La importancia de las mujeres en la ciencia va más allá, la presencia de las mujeres en la ciencia implica añadir una perspectiva nueva a la investigación y desarrollo científico. Si a la ecuación hombres + cuestionar + investigación + descubrimiento = ciencia le agregamos el factor mujeres, podemos encontrar nuevas posturas para tener en consideración a través de la visión de los ojos femeninos y seguir diferentes líneas de investigación que nos puedan llevar a resultados diferentes a los que hemos tenido históricamente.
Esta es la gran importancia de la presencia de las mujeres en la ciencia y afortunadamente se destina este día para reconocerlas y reflexionar sobre cómo se han abierto espacio. Hoy en día podemos ver que las oportunidades se han acrecentado exponencialmente incluso desde la niñez, en la que marcas como Barbie o American Girl ya ofrecen juguetes que fomentan que las niñas aspiren a ser científicas, algo que muy probablemente no pudieron experimentar quienes están leyendo estas palabras en este preciso momento. En este día para reconocer a las mujeres científicas, reconozcamos también nuestra responsabilidad como parte de la comunidad STEM de seguir integrando mujeres en nuestro trabajo para no perder ésta perspectiva que exige más de la comunidad científica para contribuir a la resolución de los conflictos contemporáneos a través de STEM.
Cuéntanos tus historias y experiencias en STEM. Y recuerda escucharnos en Error de siSTEMa para seguir conociendo más noticias y proyectos STEM.
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