Por José Santillán
El sistema de salud Mexicano, sumando los sectores público y privado, contaba con alrededor de 5,000 respiradores artificiales al inicio de la contingencia por COVID-19. Hoy en día con los pedidos que se han hecho a lo largo de las últimas semanas sigue sin rebasar los 6,000 respiradores. A su vez, se han confirmado más de 27,000 casos de coronavirus confirmados en nuestro país, aún sin tomar en cuenta a los pacientes con otros trastornos que también requieren de un respirador mecánico nos damos cuenta que son insuficientes.
Sabemos que la falta de insumos en el sector salud no es algo nuevo, pero la pandemia que afrontamos lo ha hecho aún más evidente. Todos los días el personal médico sale a hacer una labor titánica para combatir este nuevo virus, pero no tienen las armas suficientes. Ante esta problemática, jóvenes de más de 8 grupos de impacto social y tecnológico, así como estudiantes de diversas universidades y preparatorias de toda la república, han puesto manos a la obra en Breathsupp.
El desarrollo de un nuevo Dispositivo Respirador Artificial No Invasivo de bajo costo, o DRANI como lo han bautizado, es la principal labor de Breathsupp para hacer cara a esta pandemia desde el epicentro de este proyecto en Nuevo León. Pero eso no es todo; redactan también un manual de replicabilidad para el desarrollo de nuevos centros de ensamblaje, como el que ya se está planeando en Guanajuato a cargo del grupo juvenil Youth GTO. Al tiempo, mantienen una estrategia digital, que busca crear consciencia en las redes para evitar la propagación del Covid-19, así como mantener a la comunidad informada de los avances que tiene el dispositivo.
Breathsupp ya se encuentra en la fase final para el desarrollo del dispositivo, después de 4 prototipos. Las áreas de Dispositivo y Biomédica preparan la versión final del DRANI para reducir al máximo los costos sin comprometer la funcionalidad del dispositivo y asegurarse de que pueda ser replicado con materiales disponibles en toda la república, además de cumplir con todas las normativas emitidas por la COFEPRIS para poder ser implementado. Por su parte el área administrativa ya busca la forma de fondear la reproducción en serie del dispositivo mediante aportaciones de la comunidad, asociaciones civiles y empresas, así como las vías de distribución, para poder entregar tantos como sea posible a las unidades médicas que los necesiten.
Puedes sumarte al cambio en
https://fundacionsolidaria.org/campaign/gallerie/5e9884aeaffe1bc84d423c98 donando desde $1.00 USD.
O pregunta en sus redes sociales cómo puedes replicar el proyecto:
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